martes, 10 de marzo de 2009

SEGUIMOS EN LA BRECHA











Hola a todos/as:
Os escribo a las 21 h. de aquí (4 am de allá) después de haber estado de cervezas con mi colega sevillano Sergio, que lleva aquí cerca de 4 meses. No se pierden las malas costumbres y aunque sea con Imperial, la botellona se deja (no creais que estoy borrachín, sólo un par de litrillos acompañado con pollo frito, que aquí lo venden en tos laos, y un poco de queso; eso sí, sin pan que por aquí no hay apenas).
Pensaba esta tarde ponerme a currar pues quiero planificar y dejar por escrito lo que estoy haciendo para que los que vengan detrás puedan darle continuidad a los proyectos que estoy iniciando. Pero mejor va a ser mañana que de vez en cuando hay que darse los respiritos que a todos nos gustan.
Hoy estoy hecho todo un hombre. Por primera vez, me he ido solito a un centro comercial, que aquí también los hay y es dónde van la gente "fresita" que es la gente pija (que acá significa el miembro viril masculino, ya sabeis...).
Concretamente hay 2 y son tal cual a los españoles y no veas como impacta, con todo lo que hay alrededor a meterse en uno de los mogacentros.
Me cogí (perdón, aquí no se puede usar el verbo coger pues significa copular; imaginarse cada vez que lo usas la cara de los hondureños.....) un taxi colectivo que son aquellos que te montas con desconocidos, que no salen hasta que llevan los 4 pasajeros y tienen un recorrido oficial y 1 o 2 paradas; màs o menos como un autobus pero en taxi. De esta manera sale más barato: 11 lempiras aprox. 50 ctmos de euro.
Pero hay que aprender a saber que aquí hay una parte de la sociedad que vive en la opulencia y que se crean centros para ellos.
Necesitaba ir para cambiar dolares a lempiras (moneda oficial de aquí) y he aprovechado y me sacado un móvil de prepago para poderme comunicar aquí con la peña.
Los bancos están dentro del centro comercial, completamente blindados y con guardias de seguridad armados hasta los dientes que te cachean y te pasan los antimetales antes de entrar. Está gracioso que en todos ellos hay un cartel en la puerta que no te dejan entrar con armas de fuego.
Aquí cualquier comercio está completamente blindado con rejas y la mayoría de ellos con guardias con escopetas dentro. Por la calle te ves a patrullas del ejercito con sus armas apostados en cualquier esquina (ver foto).
Ayer mismo en un chino típico de allá, que también existen aquí, de esos que venden de tó, rejas hasta el techo y peazo de guardia con escopeta recortá en la puerta. Por cierto, os pongo una foto de un cartel dentro del chino en el que se publicita que venden anticonceptivos, la pildora del día despues y condones. La leche.
Después a la noche estuvimos despidiendo a dos españolitas (de Barcelona y Alicante) que se iban hoy. Fuimos a un restaurante chino a comer arroz (como no) y chop suey. Os pongo una foto del restaurante con sus rejas en el mostrador y una foto de la peña española. Despues nos fuimos a uno de los apartamentos con un poco de baile y copitas, aunque yo que me despiertan todos los dìas a las 6 de la mañana (en mi puta vida me he levantao tan temprano) estaba echito polvo y me recogí pronto pues había quedado con un voluntario a las 7 para ir a un kinder(guardería).
Bueno, como podeis comprobar por acá no me aburro. Hoy el día ha sido bastante efectivo.
Visité un kinder (llevé su correspondiente botiquín bàsico) y luego me fuí a hablar con la directora del centro de salud de la zona para ver protocolos de salud en colegios y zonas deprimidas. Encantada de que fuera me dío medicación para desparasitar (cuando digo desparasitar me refiero a las clásicas lombrices de allá que aquí con las condiciones higienicas que hay, son endèmicas) a los kinders de la misión y además me dió dos cajas con complejos vitamínicos y hierro, los cuales tienen ellos metidos en su programas de visitas a colegios. Me vino de escandalo pero me dió la sensación de que lo que en el fondo lo que estaban valorando es un trabajo menos que hacer. Me da igual, al fin y al cabo, es que estos niños queden lo mejor posible.
Me estoy moviendo por las farmacia de por aquí para que me preparen botes en plan mogollón de champùs antipiojos ya que en todas las visitas a colegios me he encontrado (afortunadamente no mayoritariamente) con bastantes niños con ellos. Algunos de verdad que dan escalofrios pues tienen el casco lleno de costras de tanto rascarse. Las maestras se comprometen a bañarlos pero lo que necesitan son los productos. Ellas no tienen incovenientes, y es de valorar, en "despiojar", no veas el vicio que tienen en coger los bichitos y "estrujarlos". Lo siento, habré hecho rechinar a màs de uno/a pero es así.
Bueno compis, sigo en la brecha. Mañana terminaré de visitar los kinder de Tegu y luego empezaré con los de las afueras. Sigo con mis botiquines, mis charlas a las maestras, y a intentar mejorar las condiciones de estos niños que tanto necesitan.